Lavar y cortar los calabacines en rodajas finas (aprox. 1/4 cm de grosor). Usar una mandolina facilita el proceso.

Calentar el aceite de oliva en una sartén grande a fuego medio. Sofreír la cebolla picada hasta que esté transparente (unos 5 minutos).

Añadir el ajo picado y cocinar 1 minuto más hasta que esté aromático.

Incorporar el tomate triturado, orégano, albahaca, sal y pimienta. Dejar hervir a fuego lento 15-20 minutos, removiendo ocasionalmente, hasta que espese.

Precalentar el horno a 180°C. En una fuente para horno, colocar una capa de rodajas de calabacín, superponiéndolas ligeramente. Extender una capa de salsa de tomate y otra de atún.

Repetir las capas hasta agotar los ingredientes, terminando con calabacín. Espolvorear con mozzarella y parmesano (opcional).

Hornear 25-30 minutos, hasta que el queso esté dorado y el calabacín tierno.

Dejar reposar 10 minutos antes de servir. Se puede disfrutar caliente o tibia.